10/05: MALMOE (Suecia)



20 minutos en tren. Cruzamos por un pedazo de puente que es el puente más lo que sea de dónde sea.
Puente Oresund (la imagen es de internet, si es de alguien que me avise, yo ese día no llevaba helicóptero ni cámara, iba en tren). Desde el puente sólo se ven barrotes y agua...



Malmoe. Es una ciudad coqueta, tranquila, pasear. Hace muy buen día.
Cruzo el casco antiguo. Todo muy sueco y busco en el mapa el cementerio local.
Me gusta pasear por los cementerios. No tiene nada de morbo, ni espero que salgan zombies y pendejadas de ese tipo.
Me gustan las tumbas, lo que expresan las lápidas, las inscripciones, me gusta ver a la gente que pasea por cementerios. En el norte de Europa suelen estar dentro de las ciudades y suelen tener árboles y jardines. No recuerdo nada más bonito que el cementerio de Stuttgart. Y no entiendo el miedo que se le tiene a los cementerios en España, no sólo están fuera del pueblo sino que además están lejos del pueblo. Desconozco el origen de esta costumbre. ¿Superstición? Bueno en otros países católicos esto no se da (Francia). Pienso que hubiera sido por un asunto de higiene, cuando había pestes... Ni idea.
Paseo por el cementerio jardín. No me evoca la muerte, me evoca paz.
El de Malmoe no está mal pero tampoco es de los que más me hayan gustado.
Vuelvo al centro. Compro El País, fíjate tu, en Suecia un día de mayo.

He puesto un recorte de un artículo sobre Castilla del Pino, psiquiatra incongruente, murió cuando estaba yo por esos lares o justo a mi vuelta, pero el recorte lo puse en la hoja de Suecia.
Incongruente, la frase subrayada dice algo así como "llegar a ser lo que se es"; no tengo nada claro que haya alcanzado ese estado el amigo. Su historia personal me resulta difícil de entender, se le suicidó un hijo al menos que yo sepa, lo que dijo sobre su muerte, como evitándolo, rechazándolo. No puedo evitar asociarlo a historias de desequilibrio mental a enormes tormentas emocionales y psíquicas (un psiquiatra, tela). Algunas declaraciones suyas son muy difíciles de digerir.
Pero no estoy en su piel, no sé qué pasaba por esos glóbulos blancos, no sé que era lo que le quemaba la piel, ni sñé si yo podría soportar su dolor.
Desconozco su obra, parece ser que el tipo era un crack en la psiquiatría.
Pero sin conocerle de nada y sin nada que pueda justificar mi opinión, opino y digo es el típico personaje que ME CAE COMO UNA PATADA EN LOS COJONES.

Me paro en un bar para tomar, como no, una cerveza, pero esto está lleno de hinchas del equipo de fútbol local y tienen el mismo rollo que tiene todos los hinchas de fútbol locales.
Poco más. Me juí.

Vuelta a Dinamarca y de ahí para Madrid y Zaraguay.

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