... kimi


Mi destino es el oriente, la selva amoazónica, pero organizo siempre mis viajes para pasarme tres o cuatro días en Quito. Y hay varias cosas que siempre hago y me encantan.
Hoy toca subir al Pichincha. Subo el trozo de teleférico (ya soy mayor), un par de tes de coca y a caminar piano piano que aquí hay muy poco oxígeno.


KIMI (colibrí), subiendo al crater del Pichincha a casi 5000 metros, cuesta dar cada paso, esto exige una enorme atención en la respiración y en el movimiento que junto con la falta de oxígeno crea un estado particular de absorción. Me paro y me siento y un colibrí se para a escaso un metro de mi cara y me mira. Lo que me faltaba en este estado. Me da un subidón.

Me pasaría más veces en este viaje y de alguna manera se convierte en el símbolo de este viaje.
Para los Shuar, el colibrí es el símbolo del guerrero. Dicen que los guerrero deben comer antes que coma el colibrí y beber antes que beba el venado, porque cuando estos animales lo hacen se llevan la energía de la tierra y el agua. ¡Qué bonito!
El colibrí es el símbolo de Quito.
Y este soy yo subiendo el Pichincha...




Bajar y comer en Mama Clorinda en Reina Victoria (paralela a Avenida Amazonas, cerca del hotel), un clasico imprescindible de comida ecuatoriana. Estoy a dieta de carne por lo de la ceremonia que voy a hacer en la selvay no me doy el atracón que me hubiera gustado: llapingachos, locros, cuy, guanta, guatita, ceviches... La cocina de Ecuador es de una riqueza bárbara.

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