... soñé con un filete

Segundo día en Quito.
Otra de las paradas obligatorias es el JARDIN BOTÁNICO, esta en el medio del parque La Carolina. Voy andando. Se anda bien por estas zonas, pero el problema es que Quito está muy contaminado y si andas mucho te cargas mucho. Se puede coger el tranvía o trolebús (Ecovía llaman) que pasa cerca del Hotel por la avenida 6 de diciembre. Es un buen medio de transporte para atravesar Quito.
Me gusta el parque de La Carolina, no es que sea bonito, que no mucho, pero es muy grande y permite largos paseos y tiene, además, el Jardín.

El Jardín es pequeño y está muy cuidado. Creo que es el espacio mejor cuidado que conozco de Ecuador (cuidado en el sentido occidental) y la gente de aquí se siente orgulloso de este sitio, y no es para menos.
Me gusta quedarme a leer sentado en cualquier sitio y visitar el maravilloso invernadero de las orquídeas, así como el jardin de cactus.

Me hago a mi mismo unas fotos con los abuelos. San Pedro, Aguacoya.
Le tengo un enorme respeto y amor al cactus de San Pedro. La sustancia psicoactiva es la mescalina que tiene en cantidades menores que el peyote. Pero el San Pedro crece muy rápido (más de medio metro al año) y el peyote muy lento (milímetros al año). El uso no ceremonial e indiscriminado (fiestas, flipadas y cosas así) del peyote hace que, si no lo está ya, esté en peligro de extinción. Por eso prefiero San Pedro. Corto, limpio, pelo, seco y dejo la base en tierra para que salgan nuevos San Pedros y además planto las puntas para conseguir nuevas plantas (todo esto en el campo). Agricultura sostenible.
Y las medicinas siempre las tomo en ambiente ceremonial con maestros de medicina.

Vuelvo a pisar las calles nuevamente.
Compro el pasaje de avión a Cuenca (las oficinas de Tame están cerca de La Carolina).
Saco pasta para ello y el cajero me chupa 100$, reclamar me cuesta otros cien de teléfonos (llamadas internacionales a VISA porque hoy los bancos están cerrados), hay que joderse. Finalmente pierdo 100$, es decir la pérdida inicial. Recomendación obvia: mucho cuidado con los cajeros automáticos. Técnica recomendada: ir sacando en pequeñas cantidades (10, 25$).

Respirando.

AGUA, TODO ES AGUA. (Be water, my friend, decía el Bruce Lee, con esa cara, en fin...)

Todo está bien, una buena hostia en la flotabilidad mística para que salga el animal que hay dentro y dejar a un lado las cursiladas...
Sigo de dieta y no podría soportar meterme en un asador a comer ensaladas, ergo la comida vegetariana más fiable es la hindú pero con tantas especias (que me encantan) podría darme un ataque (llevo más de un mes de dieta), finalment opto por comida árabe en un bar normal: tabulé y falafel y una cerveza Pilsener (la típica de aquí). Dicho así suena a caña, pero no, la botellita es enorme, como para bañarse...

Me llama Nase. Cambios en fechas de Natemamu.

Me quedo un poco más en Quito, el día extra para visitar el centro histórico, patrimonio de la Humanidad. UNA BELLEZA.

Voy andando por la 6 de diciembre hacia el centro Parque del Ejido, aquí ponen puestos de artesanías pero está en obras. Al lado el Museo Nacional que es una maravilla y en el mismo edificio la filmoteca. Echan una película sobre movimientos vecinales en los Andes en contra de la minería. Un tema muy de actualidad. El documento es muy bueno. Mi opinión en este tema es que los desarrollos mineros con planes mediambientales rigurosos que exijan que la superficie forestal en el área de impacto sea siempre la misma, es decir, tal, excavación y replantación, y que además el control de residuos sea vertido cero; digo, la minería así sacaría de la miseria a esta gente que vive literalmente en la miseria (una aspirina dos dólares).

Después d ela revolución pendiente salgo caminando hacia el casco histórico, patrimonio de la humanidad, los patios de esas casas, las casas...

Vuelvo que me voy a Cuenca...

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