30/06: CUENCA - GUALAQUIZA

Camino de Gualaquiza via Sigsig. Todo es Andes.
La carretera está bien mientras vamos por la cordillera.
En una curva del camino hay un pequeño altar donde hay una figura de la Virgen. Se para el autobús, el chófer recoge unas monedas entre los pasajeros, se baja, reza algo y deja el donativo en un cepillo!!

Una hora después de Sigsig, a medida que nos acercamos a la bajada a la selva desaparece la carretera y empiezan los caminos infernales. Mar de nubes. Llueve a mares, nos quedamos atascados en medio de ninguna parte durante una hora, la gente ni se inmuta, más de lo mismo.
Cuando ya hemos bajado a la selva el paisanaje se transforma, apenas quedan andinos en el autobús y casi todos son shuaras, excepto el remitente.
En un sitio cualquiera sube una niña preciosa que lleva en brazos un perrito, se sienta a mi lado y no deja de mirarme, ¿a qué oleré? ¿qué pensará?
Pero es mi segundo viaje a estas tierras y el primero fue cuando no había ni carreteras y casi duraba un día. Y ya viví todas las extravagancias. Hay algo en mi que ellos leen como "este ya ha pasado por esto" y me dejan muy en paz.

Al final 10 horas para hacer poco más de cien kilómetros.

Gualaquiza. Hotel Internacional. Habitación exterior con ducha y agua caliente. 5€.
Visitar a León y su mujer, la tienda del gordo (moriría varios meses más tarde) donde hay (había) pieles de "tigres" y "osos", colmillos de animales y todo el ajuar ilegal que compra (compraba) a los shuar.
Poco más.

Cupiamais (30 minutos en todo terreno - taxi local).
Visitar a Miguel Chiriap. Hay una reunión de shuar por el rollo de la minería. Me invitan. Hablan en shuar y no me entero pero parece muchísima demagogia. Luego me dicen que van a cortar la carretera y atacar. No me creo nada.

Vuelvo a Gualaquiza. Me encuentro con un grupo de madrileños que han aparecido por el Hotel. Look Coronel Tapioca. Son nuevos por estos lares y por la experiencia del jugo de tomate de árbol. Mejor que no sepan en lo que andan los shuar porque se cagan de miedo.